Las figuras de acción son esos a-veces-costosos fetiches que compramos en Navidad para lo hijos, pedimos a los padres o compramos para nosotros mismos. Cualquiera que sea la razón es una actividad que nos acompaña desde hace siglos, quizá milenios, no lo sé. Ciertamente, la historia de la evolución de los muñecos indica que pasamos de lo simple a lo complejo, de los hechos de trapo o madera, a los plastificados, eléctricos, multiestimulantes “para niños y niñas de todas las edades” como suele rezar la publicidad. En Japón, ya lo sabemos, van un paso adelante incluso en este tema: CloneFactory construye muñecos a imagen y semejanza de una persona, quizá su dueño. Alucinante.
CloneFactory dice tener tecnología digital para reproducir con precisión las medidas y las expresiones de una persona. El resultado, como he dicho, es un/a muñeco/a. La tecnología de la empresa consiste básicamente de sistemas de escaneo, modelado e impresión 3D, al parecer exclusivos; por lo menos configurados de forma expresa para estos propósitos. Los clientes pueden adquirir figuras de acción de sí mismos; homúnculos, por decirlo así, de 30 o 60 cm. Y si lo prefieren, sólo la cabeza.
Me intriga la necesidad de los clientes de recrear ciertas expresiones faciales. De sólo pensarlo los escalofríos son inevitables porque me remiten a antiguas —y muy malas— películas de terror de la infancia. En casos interesantes como el de la imagen que encabeza este post el cliente elige un personaje, que como clásico geek (Danny Choo) es un sonriente stormtrooper. No quiero imaginarme allí dentro atrapado para siempre en el empaque. Pero ya lo hice y ahora me llega a la mente ese fabuloso corto de Rodrigo Blaas…
Regresando al punto, las posibilidades se multiplican en la medida que mejora la tecnología. Por ahora, además de juguetes, los clientes encuentran en sus pequeños clones un recuerdo de su juventud o del ser amado, la inmortal fotografía 3D de su apariencia el día de la boda, el acompañante silencioso pero familiar en esos tiempos de soledad.
¿Interesado en un buen regalo para las próximas fiestas de fin de año? Saca la tarjeta de tu cartera porque un clon cuesta US$1.800 (€1.200 aprox.).
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