domingo, 11 de julio de 2021

Batalla ECT´21 Iván vs Edu

 

Pudo haber sido distinto…

Aquel pedazo de terreno aún humeaba. Restos de enemigos y aliados se desperdigaban por igual sobre el asfalto negro de la colonia, abandonada tiempo atrás, con ese olor mezcla de aire ionizado por plasma, armas de fuego y un aroma dulzón a putrefacción característico de los servidores de nurgle. Pero la batalla había terminado.

 

Y una vez más, el piloto de “Rodina”, la venerable Riptide, pensó que el resultado pudo haber sido distinto.

 

Fesmus el Pestilente disfrutaba de los matices que el óxido y los fluidos tóxicos y corrosivos de su espada dibujaban sobre la hoja cuando uno de los marines re Rotbolhg Gnurr interrumpió su momento de conjunción con padre Nurgle. Le informó de una batalla entre dos despreciables hijos de Lion y un destacamento de Taus, esos enclenques azules. Sus antiguos hermanos de armas habían arrasado a los Taus y sólo una de esas armaduras grandes había conseguido sobrevivir al combate. Si bien la raza joven no era rival para un antiguo astartes, la visión de sus armaduras de combate era algo a tener en cuenta. Al parecer quedaba algún superviviente rezagado en la zona de combate y parecía que los Taus volvían a recuperarlo.

Fesmus convocó a sus tropas. Si podía atrapar al superviviente en aquella zona de combate, podría ser un buen botín para el dios de las plagas.

 

Rodina y los pocos supervivientes del destacamento comandado por su etéreo se estaban rearmando a toda velocidad en la base provisional. Al parecer había una pequeña posibilidad de que el etéreo hubiera sobrevivido. Los Tau lo tienen claro: nunca se abandona a un etéreo. Esta vez, irían bien preparados al combate, y a la cabeza el comandante Mark’vel y su unidad “los plasmeros” dirigirían la operación.

 

Fesmus revisó rápidamente la colonia. Con una mirada a Oghlos el Rotos, este supo lo que su líder quería:

“6 posibles puntos, mi señor. 4 en el flanco izquierdo, 2 al derecho”. Las zonas de búsqueda estaban claras, y Fesmus trazó su osada estrategia. Los Tau ya estaban a la vista, la batalla era inminente.

 

Los canales de los trasmisores resonaron en los cascos Tau con la voz ronca del Comandante Mark’vel: “no habrá rescate si nos eliminan, acabemos con ellos primero!!” Distribuyó sus fuerzas y en un último gesto, abrió un canal privado con la Riptide “Rodina, ¡APLASTA!”.

 

En el flanco izquierdo de la Death Guard se concentraba el cuartel general con la unidad de marines de Rotbolgh y la unidad de poxwalkers, los Podridos eternos. Al centro Escupemales, el drone y el Herrumbre, el ascoche, avanzarían a toda velocidad. Por último en el flanco derecho, un rhino avanzaría con la otra unidad de marines, la de Molgh Thraxc, con Oghlos y con el Jovial.

Enfrente, unidades de breachers, XV8 (los Starks, los plasmeros y el comandante Mark`vel) irían contra Fesmus. El centro sería responsabilidad de Rodina y el flanco del Rhino quedó a cargos de dos unidades de xv25 sombras y dos unidades de Pathfinders.

 

El ejército de Fesmus no perdió el tiempo. Los poxwalkers avanzaron a toda la velocidad que sus miembros gangrenados y sus sonrisas desencajadas les permitían. Los marines de Rotbolgh ya estaba sobre el primer punto de revisión, sin encontrar al superviviente. Escupemales alzo el vuelo y lanzó una primera andana mortal contra unos pathfinders que estaban en la azotea disolviéndolos en vida con sus jugos mortales. El Herrumbre disparó sobre las sombras fallando por causa de sus pantallas holográficas. Y el rhino comenzó a avanzar.

 

Los Tau reaccionaron rápido. Los poxwalkers fueron rápidamente mermados por fuego conjunto de los breachers y de las armaduras Stark`s. El comandante lanzó un primer bombardeo orbital que no hizo daño alguno a los hijos de nurgle. Las sombras dispararon sin éxito sobre el Rhino y los pathfinder supervivientes descargaron sobre el Drone sin éxito… Y entonces la vieja dama abrió fuego, y Escupemales, el Drone, cayó al suelo envuelto en llamas azules de la descarga del cañón de iones Amplificado. Sim embargo, los sistemas de misiles de la armadura aún no funcionaban correctamente.

 

Los poxwalker siguieron avanzando hasta llegar a asaltar a los primeros breacher. De nada sirvió el fuego defensivo de los Tau. Aunque muy mermados, aun consiguieron acabar con un par de Taus, e incluso el cadáver de uno de ellos se levantó retorciéndose por el poder oscuro que lo reanimaba. Sus compañeros salieron huyendo, mientras la otra unidad de Breacher terminaba con los caminantes. Raghtor conjuraplagas bendijo a los muchachos de Rotbolgh preparándose para el combate. El Herrumbre abrió fuego sin éxito contra las sombras, pero los marines de Molgh los asaltaron sin piedad. Sin embargo y contra todo pronóstico, las sombras resistieron el asalto.

 

Las XV8 rugieron al unísono. Entre las unidades con armaduras crisis redujeron a la escuadra de Rotbolgh a humo supurante, el aire se llenó de olor a plasma. Las XV25 aguantaron como pudieron otra ronda de combate con los marines, apoyados por el jovial y Oghlos. Y Rodina volvió a disparar, casi destrozando a Herrumbre y acabando con Lugorias, el campanero con una salva de misiles.

 

La batalla estaba en un punto crítico cuando Fesmus usó el comodín que había guardado en la manga. El Herrumbre, el ascoche, descubrió finalmente donde se encontraba el superviviente, el etéreo Tau malherido que se parapetaba entre los escombros. Herrumbre es básicamente un demonio, no interroga, no discute: MATA. Así que abrió sus fauces y partió en dos al indefenso Tau. Fesmus sonrió levemente, pero sólo un instante antes de ver como seguía la batalla.

Todo ocurrió muy deprisa. El piloto de Rodina descubrió demasiado tarde que el Herrumbre estaba sobre el etéreo. Activo el modo de impulsión para intentar salvarlo, pero llegó tarde, demasiado tarde... Pudo haber sido distinto.

La batalla continuó y entonces la guardia de la muerte pagó por la audacia de su maniobra. Molgh el escupidor ardió por los lanzallamas de una de las armaduras Stark’s. Raghton Conjuraplagas se convirtió en una nube azul de plasma bajo el fuego feroz de Mark’vel. Sólo Fesmus quedaba en pié y saltó sobre la cubierta del edificio donde la escuadra Stark se posicionaba. Con un mandoble de su espada partió en dos una de las armaduras y dañó otra. La furia cegaba sus ojos vidriosos… Y también su juicio, porque al exponerse de esa manera, los Stark retrocedieron y lo dejaron al descubierto, donde recibió el fuego de todo aquello que le podía disparar.

En el centro, Rodina descargó su rabia sobre el Herrumbre, que voló por una salva de misiles y a la vez reventaba por los aires al Rhino con su arma principal.

La Death guard remataba a las sombras sin dejar supervivientes y avanzó sobre los pathfinders restantes. Estos les devolvieron la cortesía con fuego rápido de sus rifles de rail, volando casi por completo la escuadra de marines.

Fesmus sintió una mezcla de sensaciones. Euforia por haber conseguido eliminar al superviviente Tau. Rabia por el destrozo en sus filas que los piel azul les habían costado y calor, mucho calor, cuando los disparos de Rodina acabaron finalmente con el.

Los supervivientes se retiraron. El comandante Mark`vel estaba moderadamente satisfecho, su tropa se había portado, aunque no consiguieron rescatar al superviviente. Pero lo que realmente le recorría la espalda era la sensación de ver a la poderosa Rodina y el daño que había podido conseguir. Entre su batallón empezaó a oírse un mote para la Riptide, uno que hablaba de antiguas armaduras de combate legendarias… GUNDAM.


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