Este transfondo para ejercito orko lo ley en
wargamez me gusto mucho, su autor
Orko de Zangre ha llevado a los mas belicosos unirse a los mas sangrientos
Los Toroz Galáktikoz
La historia comienza cuando el Klan Toroz Galáktikoz orbita en dos naves diferentes un gran planeta desértico. Los kaudillos Kharnzugg y Ghurghzkull se las arreglaban para comandar juntos el Klan, cada uno en su respectiva nave al momento de estar en el espacio. Gurghzkull, que iba detrás de la nave de Kharnzugg, dió la orden de disparar a los propulsores de la nave de su compañero para hacerse con el control completo del Klan. Al pensar que no sobrevivirían al ataque, no quiso bajar al planeta para acabar con ellos. De todos modos, no podrían salir con los propulsores averiados. La nave cayó, chocando con el planeta. Sin embargo, Kharnzugg y la gran mayoría de los orkos habían sobrevivido al accidente. Su nave había quedado hecha pedazos, y Ghurghzkull escapaba en su nave. Kharnzugg juró vengarse de su compañero traidor.
Los Ekziliadoz
Los orkos sobrevivientes pasaron a llamarse a sí mismo Los Ekziliadoz. Con los restos de la nave, y otros pedazos de chatarra que encontraron al explorar el planeta, construyeron una pequeña ciudad orka. Saciaron su sed de sangre matando seres nativos del planeta. Incluso llegaron a encontrar garrapatos, que eran de color anaranjado con rayas azules. Los orkos más grandes e importantes, como los Noblez y el Kaudillo, pintaron tatuajes azules en sus brazos y caras. De esta manera, los orkos vivieron en paz por un par de meses en su nuevo hogar.
El ejército de Nurgle
Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que los Ekziliadoz se aburrieran. No había ningún enemigo que luchara contra ellos en ese desértico planeta. La ciudad entera rezaba al cielo que cayeran enemigos para luchar. Los Tau, los Eldar, los Necrones... cualquier cosa que suponiera un desafío.
Fue en ese tercer mes de vida en el desierto cuando apareció una nave de Marines Espaciales del Caos seguidores de Nurgle. Una larga lucha comenzó a las afueras de la ciudad. Los marines invocaban demonios de Nurgle, asquerosos engendros con cuchillos, que eran descuartizados ante las grandes rebanadoras y las garras de los orkos. Mientras, el Kaudillo Kharnzugg luchaba contra el Señor del Caos en una fiera lucha. Kharnzugg logró cortar las piernas del Señor del Caos, haciendole caer, y también su brazo izquierdo. Fusiló su brazo derecho con su akribillador, y entonces desgarró todo su cuerpo. Los orkos, animados y renovados, masacraron a los Marines y lo demonios.
La batalla era de los pieles verdes, quienes lograron apoderarse de la nave de los Marines.
Khorne y los Ekziliadoz
Sin embargo, Nurgle no era el único que había visto la batalla; Khorne quedó maravillado ante la fuerza bruta del Klan orko, y decidió usarlos en su beneficio.
Khorne iba a convertir a los Ekziliados a su causa. Eran perfectos: Orkos fuertes, con sed de sangre y venganza, que podían ayudarlo contra sus enemigos.
Entonces le habló a Kharnzugg: "Sírveme, Kharnzugg, y te daré fuerza, gloria y enemigos contra los que pelear. Sólo tienes que luchar en mi nombre."
Kharnzugg fue fácilmente tentado por las palabras de Khorne, y accedió a luchar por él. Era la única manera de obtener su venganza contra Ghurghzkull y los Toroz Galáktikoz. La vida de los Ekziliadoz cambiaría para siempre.
Los Hijoz del Kaoz
Khorne los transformó en una raza nueva de orkos muy ditinta a lo que eran antes. Eran único en toda la galaxia. Se volvieron más agresivos y fuertes. Sus ojos pasaron de ser negros a amarillos. Sus lenguas se tornaron violetas. Pero el cambio más curioso y notable, fue el cambio en su color de piel. No eran verdes ahora: eran rojos como la sangre. Kharnzugg cambió el nombre del Klan una vez más. Habían pasado de ser los Toroz Galáktikoz, a ser los Ekziliadoz, y de ser los Ekziliadoz pasaron a ser los Hijoz del Kaoz. Ya estaban listos para irse de su hogar.
El fin de los Toroz Galáktikoz
El primer plan de Kharnzugg era encontrar a Ghurghzkull y acabar con él, pero la tripualción dudaba que pudieran encontrarlo en toda la galaxia. Kharnzugg pensó entonces en ir al planeta donde siempre descansaban después de perder muchos orkos: El planeta natal de los dos Kaudillos. Luego de un largo viaje de combates, llegaron al planeta, pero no los encontraron, y decidieron esperar. Fue cuesión de poco tiempo hasta que vieron la nave de Ghurghzkull en la órbita, con intención de aterrizar allí. Ghurghzkull no reconoció a Kharnzugg al principio. Pero a éste último no le importaba, solo queria acabar con su ex-compañero. Los dos Klanes lucharon, pero la fuerza y la ira superior de los Hijoz del Kaoz terminó por acabar a cada uno de aquellos que alguna vez habían convivido con ellos. Finalmente, Kharnzugg mató a Ghurghzkull cortándole la cabeza. Los Toroz Galáktikoz se habían extinguido.
Actualmente, los Hijoz del Kaoz se encuentran al borde de la galaxia, sembrando el caos en diversos planetas y dejando las esporas de las que nacen más orkos rojos. La sed de sangre de los Hijoz del Kaoz continuará hasta que se extingan.